3 series, 3 estilos y 3 motivos para verlas que seguramente no se os hayan ocurrido... o sí.

¡Te voy a dar tele de calidad!
Grita Walter White.

Otra vez hablando de la pequeña pantalla  en Toto y Alfredo, en mi defensa diré que cuando se hace bien realmente están difusos los motivos para criticar (destructivamente, claro) la programación de ésta, bastante discutible en España, pero sin ser excesivamente pobre. En nuestro país se pueden salvar la programación, en su mayoría, por el apoyo a la cultura o el tratamiento de temas más interesantes en La 2. De la calidad de los noticieros dependen mucho la cadena que visionamos y también el día, siendo normal ver en cierta cadena un telediario que tras una noticia de atentados y otra de prostitución se dediquen media hora al fútbol dejándose en el tintero noticias más relevantes, siendo usualmente la cultura esa gran perjudicada en pos de pan y circo. Otros aprovechan para pronunciarse por un partido político, etcétera. Aún así podríamos decir que cumplen su función bastante bien  y siendo junto al canal citado (recordar aquí, que tanto estos artículos como todas las imágenes y citas tienen todos los derechos reservados a sus correspondientes autores y cuyo copyright no es infringido en este blog ni tampoco es lícita la copia de sus artículos) lo más destacable. Sin salir de la televisión pública veamos muy muy sucintamente lo que ofrece.Pese a que suelen ser recientes, no se busca en ningún momento la retransmisión del cine como vertiente artística (menos con los recortes debido a la penosa situación del país), siendo la mayoría de las cintas reservadas al prime time meros vehículos de evasión, que suelen cumplir bien con su cometido. Podemos destacar aquí el esfuerzo de La Sexta 3 y Paramount Channel por ofrecer algo distinto. Esfuerzo tremendamente loable y necesario que sólo tiene una tacha: la repetición. No es legítimo pedir mayor variedad en las cintas, ni que se emitan las películas más "interesantes" en un horario más asequbile. Pero es necesario pedirles que intenten, al menos en la medida de lo posible, no emitir una misma película 3 veces la misma semana , como ha ocurrido con "El paciente inglés" o "Hasta que llegó su hora". Prefiero evidentemente esta iniciativa, que realmente me parece genial, pero una mayor variedad y la inclusión de más cine clásico sería ya el acabose.

El Agente Cooper adora el café,
después de un día duro de investigación prefiere sumirse en una de sus ensoñaciones que ver ese reality insoportable.

De los programas de entretenimiento podríamos dividirlos en 2: los buenos y los deleznables. Hemos tenido efectivos representantes del late show, incluso de media tarde, en España, esto es indudable pero la presencia de la prensa "rosa" es , a todas luces, tremendamente excesiva, horripilante. Y es que entre el fútbol (deporte muy noble, sin dudarlo) y la prensa "rosa" nos encontramos con una televisión copada por unas programas que no le permiten  a esta sociedad concebir el mundo con una visión mucho más amplia, estando tristemente parte de ésta embebida en unos temas menos trascendentes de lo que creen. Para colmo la sombra del reality show  es alargada; mientras MTV nos bombardea con de todo menos música (Los Shore encabezan el cáncer muy de cerca seguido por Mujeres y hombres de la 5) son otros canales los que nos meten en uno de los tipos de reality más raros: los profesionales. Tan curiosos como preparados y forzados ver las grandes pujas, embargos o dios sabe que se han convertido en un plato rápido, fácil y ,en el fondo, gilipolletinesco que tan humildemente exporta el amigo americano. Y no abogo por su completa eliminación, ni mucho menos, pero sí por la moderación, pudiendo introducir más programas de investigación (bien fundamentados y no sensacionalistas, que también tenemos unos cuantos) y temas prácticamente tabú (música clásica, literatura, cómics, viedeojuegos, historia, filosofía, más y mejor biología, medio ambiente, gastronomía....) que están reducidos a la 2, que teniendo una gran programación es insuficiente (un sólo canal, una sola opción) para satisfacer nuestra curiosidad.                           

Michael Blüth tiene televisión en la casa piloto donde vive su familia.
Es de lo poco que funciona en la casa, no es de extrañar.

Finalmente llegamos a la emisión de series, tenemos varios canales que abogan por la sit-com con bastante eficacia como Neox o Factoría de Ficción, y también series de investigación policial (en exceso a mi parecer) en Cuatro y La Sexta. La producción propia existe. Aída es una buena reina de la comedia española, infinitamente mejor que esa suerte de 13 rue del percebe costumbrista bastante floja que tanto gusta. La producción de series de género por la 3 tiene un problema grave: su target ,mucho más orientado a las audiencias adolescentes que a ofrecer calidad. Adolescentes poco exigentes todo sea dicho, una pena por el buen despliegue de medios que suele albergar. Finalmente la 1, alterna con gracia producciones históricas como Los Tudor y otras de relativo interés con las de producción propia: desde la notable pero excesivamente alargada y folletinesca Cuéntame, la (para mí) desconocida Isabel hasta otras más limitadas o menos interesantes como Águila roja y Amar en tiempos revueltos. Este artículo se trata de recomendar tres series (dos de ellas puedo asegurar que inéditas en la televisión pública) que puedan resultar interesantes como visión distinta al panorama actual y relativamente recientes. De hecho pese a que se hayan cuidado relativamente bien las series, a veces, nos perdemos algunas de las más destacables.

Scarlet sabe que su marido le engaña,
 lo que no quiere saber es nada de la emisión de ese programa de  "salsa rosa" que tanto le gusta a su hermana.

Twin Peaks.

Nunca se había visto antes algo así en televisión.

Una bolsa de plástico encierra el joven cadáver de Laura Palmer, hallada junto al mar, pero ¿Quién es capaz de matar a una joven adolescente? ¿Por qué motivos puede ocurrir? ¿Qué clase de secretos esconde la joven? Lejos de intentar responder a estas preguntas David Lynch nos presentó en su episodio piloto, de casi dos horas, algo muy distinto: las reacciones ante el crimen. Vemos como se notifica a la madre, que tuvo un presentimiento: la muerte de su hija. Ésta al padre, que abandona su puesto de consejero judicial (Ray Wise en el papel de su carrera) para recibir la mala nueva en uno de los momentos más desgarradores de la pantalla pequeña. Poco a poco, los compañeros del colegio conocen la muerte de su compañera. Su novio indiferente y frío esconde un secreto que no es el crimen que la policía cree. Mientras que sus dos amigos de la infancia compungidos son conscientes de los extraños secretos que Laura tenía. Tras la pista del asesino viene un hombre de Washington, un especialista que deberá lidiar con un Sheriff ni habituado a estos casos brutales, el Agente Cooper (esta interpretación de Kyle Mclahalan el fetiche de Lynch es quizás su personaje más memorable) cuyos métodos no son los habituales. En un pueblo que no es lo que parece.

La certeza de que Laura Palmer está muerta es manifiesta.
 Los motivos oscuros.

Con esa perturbadora premisa Lynch nos trajo una obra inmensa y conmovedora, conforme la primera temporada avanzaba los toques surrealistas (ensoñaciones, conspiraciones e incluso símbolos) se suceden con mayor frecuencia, convirtiéndose en una obra mucho más rica, compleja y subversiva de lo que ese intachable piloto más lírico sugería.  La serie denominada como obra de culto ha cimentado no sólo todas las series criminales posteriores ( muchas películas también toman su premisa o elementos de ésta, como Insomnio), sino la elaboración y tratamiento de personajes por  la mayoría,de series independientemente del género. Esta serie que con un inusitado acierto se atrevía a mirar al lado oscuro del propio ser humano como bestia, como abominación,  a la que le hacía frente y no tenía más remedio que someterse a la maldad, hasta para el hombre más recto. La presencia del drama y el terror con toques de humor y costumbre hicieron de ese pueblo un lugar perturbador donde el crimen era un mcguffin para mostrarnos una sociedad enferma donde tras cada sentimiento, situación o acto, por muy rutinario que sea, algo oscuro y depravado se escondía impidiendo al hombre alcanzar su felicidad plena.

Flynn Boyle con Maclachlan, en el inolvidable café de Twin Peaks.

Pese al gran nivel y reconocimiento de la primera temporada, David Lynch se distanció de la serie  para embarcarse en Corazón Salvaje (una  de sus cintas más flojas) y legó la serie en numerosos directores de poca experiencia. Pese al interés de ésta, una programación errática forzó a resolver en el capítulo decimocuarto de la segunda temporada el crimen que sustentaba parte del interés de la serie (Lynch admitió que  no tenía intención de resolverlo ni en la propia serie, y de hecho la manera en que queda resuelto en una visión supeficial fue un auténtico jarro de agua fría para un espectador que no entendía nada, pese a lo lógico que resultaba). La serie apenas aguantaba, en forma de culebrón, apareciendo tramas mucho menos interesantes y predecibles. Fue entonces cuando Lynch retomó la serie en sus 2 últimos episodios dinamitando literalmente el último tramo y consiguiendo un cierre absolutamente sensacional, acorde con los postulados de la serie. Ésta proclamada obra genial por unos y infumable por otros es, pese a esa segunda y resentida mitad, una obra  imborrable necesaria para entender la televisión moderna. Después de su visión C.S.I, Bones, Castle, Perdidos o Breaking Bad no serán tan genuinas como parecía. La mayor aportación de la serie es su estilo cinematográfico y el novedoso acercamiento a este género policial combinado con otros muy diversos.

La mujer del leño solo podría ser concebida por el propio Lynch.

La banda sonora de Baladametti, el genial compositor habitual de Lynch, es asombrosa. Os dejó con un corte (la introducción de la serie) y la génesis del tema de Laura Palmer.

 Inolvidable la escena del primer sueño, en el que al agente Cooper se le desvelaba el crimen siendo incapaz de "recordar" su autor. Para la sensación de irrealidad, en un alarde de ingenio e imaginación Lynch escenifico la ensoñación enrte unas incómodas cortinas rojas (un icono a día de hoy) y contrató a un enano con una habilidad especial. Este actor era capaz de hablar y moverse al revés, lo cual si se invertía y se mostraba de manera correcta daba la sensación de perturbador y demoníaco, el resultado de tan magnífica escena a continuación:

Arrested Development.

¡Vaya Fauna!
Aquí no se libra nadie.

Corriá el 2003unos Estados Unidos heridos por terroristas y con una televisión donde el reality show alcanzaba cotas de extravagancia y excentricidad inusitadas. Fue su culmen en la Mtv y  su "The Osbournes", en particular. Aquel programa "retrataba" de manera "natural" la vida de la legendaria estrella de rock y su familia. De vez en cuando, confesaba ante una cámara sus sentimientos para/con los demás ajenos al conocimiento de estas declaraciones. Normalmente la idiotez de los protagonistas (quizás fueran los guiones) eran realmente el principal reclamo. Así que Mitchell Hurwitz ideó una serie que adoptando el mismo estilo (cámara en mano, planos entrecortados y falso realismo) fuera una sátira no sólo de ésta sino de todos los topicazos que exportan los E.E.U.U, en general. Una balalaika nos introducía a Michael Blüth (esta es la verdadera interpretación de Jason Bateman, aunque en Juno estaba también fantástico) que junto a su hijo (Michael Cera con unas dudas, acerca de un concupiscente acercamiento a su prima, realmente graciosas) debía mediar entre su madre y hermanos tras la encarcelación del padre por construir casa para Sadam Hussein , organizando pues los escasos restos del patrimonio restante. La fauna familiar iba desde magos, compradores compulsivas hasta aspirantes a actores o falsos productores cinematográficos. Numerosos cameos (geniales los de Stiller y Theron) poblaban la serie. Era todo tan demencial, con unas interpretaciones forzadas adrede para contrastar con la supuesta veracidad del estilo a imitar lo que dejó al público, básicamente catacroker (heredado del anterior artículo).

Theron destroza a Bateman en un personaje tan estrambótico
que es incompresible el vacío y pesar que provoca en el otro...
y en vosotros.

Fracasó estrepitosamente entre el público, la incorrección política  y lo extraño de sus personajes, nada más lejos de la realidad, la dejaron fuera de mercado en tres años. Se ha rumoreado en numerosas ocasiones la adaptación al cine (algo que tuvo la anterior) o incluso nuevas temporadas, mucho me temo que con el paso del tiempo es cada vez menos probable. El legado de Arrested development es el legado del mockummentary siendo The Office y Modern Family sus mejores discípulos  series, aunque menos ácidas y malintencionadas, completamente imprescindibles que cada una y a su manera también han conseguido aportar muchísimo al panorama cómico. Finalmente quiero destacar aquí a la también inédita y destacable, rompe tópicos, Comunitty una serie con un fiel número de seguidores pero que también merece más atención en España que la obtenida con unos sensaciones McHale, Jim Rash o Chevy Chase, entre otros protagonizado esta más clásica formalmente sit-com. En Arrested Development una cámara se adentra sin "autorización" en una casa de interés público por gente tan podrida de dinero como estúpida,  la visión de la familia desde la egolatría, la elusión de responsabilidades, la falta de conciencia en una familia que propugna unos valores a día de hoy está más vigentes que nunca por ciertos sectores individualistas. Imprescindible.

Absolutamente magia.
Will Arnet, Tony Hale y David Cross construyen unos personajes inolvidables.

Os dejó con la introducción:

También con unas cuantas frases graciosas donde se pueden ver a muchos  de sus personajes (en inglés).O el alegato de un genial Tobías Funke en sujetador (el intérprete evidentemente) sobre la cancelación de la serie.

Finalmente, pese a su nula calidad, este vídeo de youtube muestra uno de los números de magia de la serie. El patetismo social se ve representado por un mago incapaz de rendirle tributo a un padre "muerto" apoyado por su travesti cuñado. El despropósito de ceremonia es atestiguado por una madre indiferente, una hermana cuyo luto consiste en ponerse una camiseta con un SLUT enorme en naranja fluorescente y un condescendiente hermano que en el fondo es tan egolatra como los demás. Aquí no hay concesiones.

Breaking bad.

Harán lo que sea necesario.

Te levantas achacoso y desayunas con tu mujer y tu discapacitado hijo, vas a la escuela donde enseñas química, quizás merecías más, y un pésimo alumno te replica, le contestas orgulloso a ese hijo de papá. Sigues la jornada en tu segundo trabajo, no es fácil mantener una casa para Walter White ¿sabes? Y, de repente, tras discutir con tu explotador jefe, mientras limpias unas ruedas te dicen algo así como que frotes más fuerte, ese niño al que has aleccionado antes ha llegado con sus amigos en un descapotable impresionante. Piensas que la vida no es justa. Dos semanas después te vaticinan a ti ¡pobre hombre tímido y temoroso! un cáncer de pulmón incurable. Ya no hay excusas. te queda poco. Decides proteger a tu familia cuando no estés, conseguirle dinero de verdad. Demostrar por oscuro que sea lo capaz que eres de enriquecrete en un mundo que  te ha pisoteado. ¿Cómo? Haciendo la mejor metanfentamina del mercado, pervirtiendo y maltratando a toda esa injusta sociedad. Así nace la historia de Einsebrg y la meta azul. Por el camino se encontrará con un joven yonqui que necesitará tanto como éste un padre que le haga caso. Es increíble la calidad y los nombres de series actuales como Mad men, broadwalk empire, los Soprano o The Wire. Pero Breaking Bad tiene algo único, breaking bad es en el fondo una crónica de la crisis.  Un indescriptible Bryan Cranston (probablemente el  mejor personaje nacido en televisión y con una interpretación absolutamente perfecta) se ve secundado por un Aaron Paul capaz de hacerle frente. Estos perdedores ante la adversidad deciden tomar todas las peores elecciones posibles. Y nosotros espectadores, nos acongojamos y de vez en cuando, nos sorprendemos riéndonos a carcajada limpia de alguna inmoralidad. Esas risas son las que nos dejan heridas. La descripción de personajes es genial, tan sólo los secundarios-bien avanzada la serie- se muestran como meros accesorios para el desarrollo de unos personajes que dejan la ética aparcada en una sociedad camino de su autodestrucción. El éxito de la serie es merecido, consigue además adoctrinar en contra de las drogas de una manera sencillia, sin panfletos ni sensacionalismos. Son los personajes y sus actos, sobretodo, Jesse Pinkman (encarnado en Paul) los que nos muestran todas las consecuencias que producen en una persona estas sustancias, al no buscar moralizar al espectador es esta visión realista y completa la que mejor ejemplifica el mal que producen. Este mal alimenta el tormento de los personajes, cada vez menos humanos y más animales, y reacción ante él con más maldad que nunca, por la supervivencia... Por su sociedad.

Aaron Paul un personaje amoral que te cautivará.
Las risas dejan hueco al dolor, muy a menudo.

Lejos de simplificarlo la serie muestra diversos personajes (incluso un policía) con las mismas disensiones morales, siendo en su totalidad incapaces de llegar a la autorrealización y normalmente frustrados o con traumas latentes. Curiosamente Bob Odenkirk ( Saul Goodman en la serie) es el tercer abogado y uno especialmente memorable que junto a Paul nos provocará tantas carcajadas como inducirá a la reflexión.
La dirección, incluso en mayor medida que Twin Peaks, adopta un estilo cinematográfico (llega a ridiculizar a grandes producciones) muy bien definido y genuino(colores verdes para drogas y dinero, escenarios vacíos como se encuentran sus personajes y una cámara que logra mostrarnos con toda crudeza las situaciones de la serie) es realmente inteligente e ingeniosa (hay algún plano simétrico en la tercera temporada tan esclarecedor como sutil,SPOILER como separar a un matrimonio por una viga tal y como lo están ellos por un contratoFINDELSPOILER).
Si hay una serie extranjera que debería emitirse en nuestro país es ésta. Es puro cine. Y para colmo me tiene tan enganchado que apenas puedo dejar de verla. De visión obligatoria.

Saul Goodman es el abogado que no quieres tener.

Introducción y tráiler:

Y vosotros ¿Qué serie queréis que se emita en al televisión pública?