Del cine y sus símbolos. La necesidad de conservar la concepción de arte completo.

Si el dibujante es incapaz de entender su dibujo
¿Cómo va a ser capaz de recrearlo?

Te encuentras con un día encapotado, fuera hace frío y no estás para nadie; prometiste un artículo del Séptimo Sello y no tienes prisa en hacerlo, te das de bruces con tu blog en el que llevas una semana sin escribir y parece que nadie se ha percatado. No hay motivo. Llevas un tiempo revisando en Twitter la visión de los "artistas" y de toda clase de críticos y te abruma. Te das cuenta que en la red, y fuera de ella, hay mil articulistas hablando todos de las mismas películas, los mismos directores y las mismas noticias hasta el punto que incluso participando en ellos te olvidas de que esa  visión parcial tan reiterativa empieza influirte. Pronto abres ese blog que siendo uno más es el que te pertenece, tuyo y de nadie más, y decides hacer los mismo pero al contrario.

La partida, por mucho que se retome,
 llevaba mucho tiempo jugada.

De repente te das cuenta, de que estás aporreando el teclado de plástico de tu ordenador y que cada vez esa pantalla es menos blanca y más negra. No tienes ganas de hablar de "Brick" ni nada por el estilo, sólo quieres escribir de cine. Entonces rememoras la película que viste ayer, Un dibujante firma un contrato por el cual se dispone a realizar 6 dibujos de una casa solariega en una Inglaterra del siglo que cada vez se parece más a una tragedia grecorromana. A cambio de ese trabajo Mr. Nerville, cómo se llama el dibujante, requiere no sólo un subsidio y hospedaje para su él y su ayudante, sino los favores de la parte contratante cómo y cuando el estipule. ¿Una película de mal gusto? En absoluto, pronto unos verdes prados,una iluminación natural que resalta un carácter pictórico paisajista y unos planos simétricos que juegan con la distancia y la perspectiva nos muestran la incapacidad del propio pintor al abordar una obra,siendo su propósito mostrar fielmente lo que ve sin comprender la necesidad inherente de representar no ya sólo fidediganmente  el paisaje sino la realidad que esconde. Que en este caso es un cruento crimen con alma de reivindicación de unas costumbres denigrantes que se llevaban arrastrando desde siempre para/con la mujer rebelándose aquí con unas complejisímas referencias mitológicas  La música de Nyman bombardea la pantalla con sus melodías tan repetitivas como evocadoras y el simbolismo se adueña de una obra que para su comprensión requiere un ejercicio; éste requiere o el estudio mitológico previo de ciertos mitos o la lectura de algún artículo esclarecedor respecto a esas alusiones, recomiendo arduamente abordar la obra con la lectura de un artículo de César García Alvarez que se titula: "Iconologia mitológica del contrato del dibujante" (muy fácil de encontrar en la red, sucinto y muy revelador). Es en ese visionado de la obra de Greenaway donde finalmente encuentro una parcial solución a mis titubeos cinéfilos. Hacía bastante tiempo que una cinta no requería en mí toda la atención sobre ella para comprenderla siendo necesario demandar ejercicios más complejos a lo que estamos acostumbrándonos más y más; pero el resultado fue gratamente edificante como en otras ocasiones.

"No sale la cara de Brad Pitt, deme mi dinero".

Ocasiones como cuando un hombre persigue incesantemente por pasillos, un lujoso restaurante y un geométrico jardín reclamando a su amante una y otra vez que le explique que pasó el año pasado en Marienbad. A veces es una caja azul, otras roja -ya apenas recuerdo- un Sherrif y gente bailando es un indicativo críptico de la realidad ilusoria que vive la pobre Betty cuyo contacto con la realidad  jamás podrá ser tan desolador, y menos tras conocer la realidad de ese contacto con Rita en el  cruce de Mullholand Drive. Recuerdo también a las buenas gentes corriendo despavoridas,  de la sala de cine, pidiendo explicaciones ante una película, cuyo visión filosófica era capaz de abstraerse a la génesis y atreviéndose a buscar una solución al enigma vital, quejándose de: "Creía que era una de´r Bra Pi y no sale casi na" o "Que asen esos dinosaurios ahí con el Sun Pen y su cara de agco". Más bien intento no recordarlo, como las subvenciones y el escándalo culminado con Sherlock & Holmes o el marketing de Mediaset con "Jadeo Jouns" y "Lo Aborrecible". Me olvido de ello y se muestra ante mí un feto observando nuestro planeta, jamás pensé que Kubrick quisiera resolver nada, sólo plantear hacer pensar, ¿Qué es el monolito? ¿Que o quién nos hace evolucionar? ¿Hasta cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué?

¿Por qué es el hombre capaz de valerse de el entorno?
¿Cuándo fue esa primera vez?
¿Que significa el lanzamiento del hueso?

Más tarde veo a Mastroianni con un látigo o a Max Von Sydow jugando con Bengt Ekerot la partida al ajedrez de su vida. Harvey Keitel necesita recuperar las bobinas de los hermanos  Mannakis que captaron una primera visión antes de la guerra que asola su patria. Un niño buscando la casa de un amigo para entregarle su cuaderno con los deberes. Un hombre que encuentra a su mujer tras un opaco cristal donde exhibe su cuerpo despechada por la pérdida de un hijo.Un obstinado emperador que nunca reinará. Un joven mexicano derrumbándose en el suelo, con una armónica en la boca, condenado a su hermano mientras esputa una trágica melodía. Un manatial sepultado por Daniel Autil. Un  coreográfo al que cada vez le es más difícil continuar con su show. Un conductor que por culpa de un romance imposible desechará su carrera y perderá todo a una carta.Y así mil momentos o más, entonces sonrío y creo en el cine. Son en esos momentos inclasificables en los que defiendo al cine en todo su ser, defiendo el cine como arte, pero no el arte menor que propugnan los creadores de cintas como "Batman" o sagas como" Crepúsculo" donde los símbolos se simplifican y se mastican hasta que pierden su significado, convirtiéndose en rutina pero no arte; no señores el cine es ARTE, puro y duro, pero no es ese cine el que merece tal calificación; es el otro el que realmente te sugiere una idea como si fuera nueva, te enseña y te hace, no ya sentir algo, sino reflexionar. Es en un  diferente envase pero también es  capaz de transmitir emociones y mensajes parejos a los literarios, pictóricos y operisticos. Es el cine que exige al espectador mucho y realmente te da algo.

Betty sufre una crisis de identidad,
la incapacidad de cumplir su sueño distorsiona la realidad.
Lo de las cajas es cosa entre Lynch y sus notas....
Mentira.

Dada su expansión, esta en el deber de todos nosotros intentar recuperar esos momentos, que en numerosas ocasiones se repiten en la actualidad y obviamos por culpa de productos muy bien diseñados, los que tenemos que reclamar y saber apreciar. Es necesario; ya que si queremos que el cine siga siendo magia e imposibles debemos  negar a las otras cintas esa rentabilidad que buscan y consiguen mediante entretenidas evasiones, sin mucho más, para poder así conservar los verdaderos momentos lúcidos que éste nos depara y seguirá haciéndolo. Pese a lo evidente  y pretencioso del mensaje es necesario repetirlo para que todos lo puedan leer y entender, para eso estoy yo simplificandolo todo. No olvidéis que el cine es demasiado bonito para estropearlo y luchemos porque esto no ocurra como podamos, algo que en mi triste caso, se refleja en este sensacionalista artículo pero tú, autor ¿Con qué eres capaz de sorprenderme?

Owen Wilson observa París libre y sin prejuicios,
 siendo ahora capaz de mostrar lo mejor de sí mismo tras superar el omnipresente  complejo de la edad de oro.

Un par de videos, utilizar la pantalla completa por vuestro bien: